[01, 07, 09 // 02:54] "No dejes que lo vean..."

Estoy perdida entre la oscuridad, la luz... el blanco, el negro... el inestable gris.
Buscame en la vida, en la muerte... en las aguas, en la sangre... siente la vida que recorre mis venas con cada látido de mi inútil corazón.
"Sécate las lágrimas"
Escucha los suspiros del deseo y la lujuria.
"¿Te llaman?"
Desea lo que los sueños alcanzan y sueña con lo que el deseo niega.
"Escuchame..."
Se cae, se rompe, desaparece. Un ciclo inevitable de dolor, lágrimas y sangre.
"Duerme... sueña... y no despiertes"
Nace, vive, crece, muere... dichosa vida, cuanto daño haces.
"Estúpido, duele"
Nadie ve lo que mi barreras ocultan. Nadie transpasa las barreras alzadas sobre el color rojo y el sentimiento frío.
"Dices tonterías, ¿No te das cuenta? Eres una parte de mi, muy inútil"
Escondes lo que todos deberían ver... soy un ser débil, híbrido en mi especie.
"Te alejaré, te protegeré... no dejaré que vean lo que la luna silencia"
La luz no se atreve a iluminar mi rostro, teme la ira de mis facciones.
"No hagas ruido, no te entregues... si les das nuestro corazón, podrán verte"
Quiero que se acabe el dolor. ¿Me curaré algún día? Estoy condenada a sufrir para que tú existas...
"Existes para que yo sonría"
Sonríe... muestrales lo que quieren ver... yo me quedaré callada, esperando que alguien me rescate de la oscuridad... de la sinrazón... que alguien me devuelva la cordura.

Y la cordura se dividió en dos. La fachada y el alma herida de la jóven chica... vuelve, cordura.

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[29, 06, 09 // 01:34] "Ojos oscuros..."

Después de mucho tiempo sin publicar nada, publico esta entrada.

En general ha sido un odioso fin de semana. Lo he pasado mal, he llorado, gritado y maldecido mil cosas y mil situaciones en estos dos simples días.

Pero bueno, todo cambia y mañan será un dia nuevo, ¿Verdad?

Con esta entrada quiero dar las gracias a unas cuantas personas por apoyarme en los malos momentos y eso. En especial a estas cuatro personas:
- César
- Mi enanota
- Jesús
- Yuu
Sois muy importantes para mi, enserio, mil gracias.

También tengo que agradecer sus animos y su gracia a dos personas, que consiguieron hacerme sonreir:
- Cansel
- Sato

Dios, ¿Qué sería de mi sin vosotros?

Y por supuesto, también agradezco a mis niñas su apoyo. Ellas siempre estan ahi.

Nada más, dejo un link de una canción, que me paso Cansel y que me ha gustado:
Avenged Sevenfold- A little piece of heaven


Cherish Lost Soul ♥

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[24, 06, 09 // 16:34] "Te he echado de menos"

El cielo estaba completamente gris.
Yo observaba el cielo en la distancia, donde el horizonte lo separaba de la tierra.
El aire movía la hierba que me rodeaban, haciendo danzar las flores de diferentes tonalidades.
Habían pasado ya tantos años... ¿Cómo estaría ahora? ¿Qué sería de él?
Ahora yo ya era una mujer, una poderosa mujer.
Solían decir que era una hija bastarda sin poderes, pero se equivocaban.
Tenía un curioso talento para controlar las mentes agenas...
Pero ¿Qué importaba todo eso ya?
Hacía ya cuatro años que él se había marchado.
Un día, tan gris como el de hoy, yo había ido al campo de prácticas. Pero él no acudió. Ni ese día, ni el siguiente... ni ninguno en estos largos y duros cuatro años.


Siempre lloraba en los días grises.
Siempre acudía a ese mismo lugar.
Siempre permitía que el aire removiera mi cabello.
Siempre soñaba con que él volvería algun día y me lo removería.
Tanto tiempo deseando sus caricias, sus abrazos, sus besos... ya casi no podía percibir su aroma en mis recuerdos.
Tan sólo alcanzaba a recordar su sonrisa. Esa sonrisa que él había grabado en mi tantos años atrás.





















Unos pasos se escucharon tras de mí.
Me giré, sorprendida.
Esos ojos... me volvieron a atrapar.
- Hola, pequeña.
Su voz...
- ¿E-Eres tú de verdad?
Me levantó.
- Siento haber tardado tanto... ¿Me perdonarás?
Sus brazos me estrecharon contra su cuerpo.
Su aroma... podía sentirlo de nuevo, inundandome...
- S-Sí...

Y me quedé allí, entre sus brazos...
- Elva... te he echado mucho de menos....

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[23, 06 09 // 13:48] "Y el sol se perdió entre las grises nubes"

Esta mañana ha amanecido soleado.
Tenía toda la pinta de un delicioso segundo día de playa, pero las nubes decidieron hacer acto de presencia.
El cielo esta encapotado por completo.
Hoy ya no habrá arena, ni sol, ni mar... simplemente un extenso y estresante color gris.

Esta mañana me ha tocado ir de compras con mi madre.
Tengo unos vaqueros nuevos [¿me hacen buen culo? O.ó], una simple y sencilla camiseta negra y una blusa roja que adoro.

¿Qué planes me depara esta tarde?
Por el momento, ninguno.

Noche de la hoguera de San Juan.
Morirá un alma, nacerá una nueva vida.



Se escucha el canto de los pájaros. Se observa un oscuro amanecer.

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[23, 06, 09 // 03:18] "Mi dulce osito de gominola, primera parte"

Llovía.
Las gotas descendían por la ventanilla por la que observaba el exterior.
El taxi frenó y el jóven de cabello castaño descendió del coche.
Las gotas comenzaron a caer en su rostro y sobre sus manos.
Maldijo en bajo el clima que atormentaba últimamente la ciudad.


Estaba sentado en un cómodo sofá, mirando un televisor.
Por muy extraño que pareciera, veía una simple e inocente película.
Comía ositos de goma de diversos colores y bebía un batido de fresa.
Se levantó. Se acercó a una puerta y desapareció tras ella.
- Ya era hora de que decidiera arreglarse... - un anciano preparaba un pastelito con una fresa en la cumbre.


Ascendío las escaleras de dos en dos. Tenía prisa.
No admitiría jamás que ansiaba verle en traje... jamás admitiría tampoco, que le atraía sexualmente.
Se fue retirando la bufanda del cuello conforme subia.
Los pasillos del hotel estaban perfectamente acondicionados.
Se acercó a una puerta. Una placa llevaba grabado el número 123.
Se plantó ante ella y cogió aire de forma institiba.
Golpeó la puerta tres veces exactas.


-Ya voy - el anciano posó la fresa con sumo cuidado sobre el resto del pastelito y se dirigió a la puerta de la entrada.
La abrió.
- Buenos días, señor Yagami - le indicó que podía pasar con un gesto de su mano. - el señorito se encuentra cambiandose.


La corbata había decidido ponerse en su contra... diantes.
Maldijo en voz baja su inutilidad.
Tenia el traje mal colocado y la corbata siempre le quedaba colgante.
Necesitaba ayuda.
Abrió la puerta de su cuarto.
- Watari, la corbata - dijo sin más.
Se quedó quieto, esperando que la ayuda acudiera a él.

El anciano se dirigía a él, cuando una mano se posó en su pecho para frenarlo.
- Permíteme a mi - sonrió por primera vez desde que había llegado a la habitación.
Se acercó al jóven de cabellos negros y comenzó a ajustarle la corbata.
- Llegas tarde - le miró con indiferencia, como siempre.
- Lo siento... es dificil encontrar un taxi libre en un día de lluvia... - ajustó la corbata con fuerza y le observó por completo - espera, que te coloco la camisa.
Comenzó a ajustar la camisa por dentro de los pantalones del traje y le ajustó en cinturón a la cintura. Todo ello lo hizo bajo la supervisión del jóven al que mimaba y la del anciano hombre que lo cuidaba día y noche.
- ¿Por qué tengo que puesto esto? - Se quejó, tirando de la corbata con desgana.
- Por que es una cena... y te he invitado yo - se acercó al colgador de la entrada, agarró el abrigo del jóven de piel nívea y se lo extendió para que lo cogiera.
Watari lo agarró en su lugar y le ayudo a ponerselo.
- Comportese, iré a recogerlo en cuanto terminen la velada. Llameme si necesita algo.- mientras decía esto se había acercado y la había abierto, para indicarles el paso a los otros dos hombres.
- ¿Esta muy lejos ese sitio? - había cruzado el umbral de la puerta sin despedirse y sin presentar alguna cortesía, hablando prácticamente consigo mismo.
- Gracias, Watari - susurró, guíñandole un ojo al anciano.

Un coche los recogió en la entrada y los llevó a un restaurante de etiqueta.
Cenaron, fue una velada agradable.
Llegó la hora de la bebida, siempre tras el postre.
"¿Por que no bebes un poco?"
Aquel poco se había convertido en un mucho... y el jóven moreno estaba mareado y desorientado.
El jóven de cabellos castaños lo agarraba cuidadosamente por la cintura, con un brazo sobre sus hombros.
El mismo coche los recogió en la entrada del restaurante y los llevó a un alto edificio.
Pero este edificio, no era el hotel...

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[23, 06, 09 // 02:38] "Juegos, segunda parte"

LLegaron a una casita blanca, sencilla y acojedora cuando el sol se escondía tras el horizonte.
-Adelante, ya sabeis, como en vuestra propia casa - les ofrecía el paso mientras abría la puerta principal de la casa.
El jóven de cabellos castaños entró como si de su casa se tratase, mientras que la jóven inclinó la cabeza al pasar al lado de su anfitrión y cruzó el umbral de la puerta de una forma más precavida.
- A la derecha por favor, jugaremos en mi cuarto. - decía mientras alcanzaba el paso de su jóven amigo, que llevaba ventaja, y desaparecía tras una puerta situada a la derecha del pasillo.
Pasaron los tres al cuarto. Un cuarto sencillo, con una cama de matrimonio, una mesita de noche y un escritorio. También disponía de un armario, que se extendía por la esquina derecha del cuarto recorriendola. El jóven de cabellos plateados se había sentado en el suelo e invitaba a sus amigos a acompañarle. Los tres se encontraban sentados en el suelo, sobre una alfombra blanca y agradable al tacto, cuando el mayor de ellos comenzó a hablar.
- Vereis, hace un tiempo que llevo dandole vueltas a cierto asunto... - su voz temblaba, estaba nervioso- ¿Vosotros os tocais?
- ¿Qué quieres decir con eso de "si nos tocamos"? - Pues si vosotros... ya sabeis... os... dais placer... - se ruborizó tras la última palabra.
Los tres se quedaron en absoluto silencio. Siempre había habido confianza en ellos pero... ¿Desde cuando había tanta como para hablar de sexo?
- Yo sí, yo sí me toco
- So-Sora! - las mejillas de la jóven se colorearon tras escuchar tal confesión.
- Al fin alguien rompe el hielo - el chico de los cabellos plateados le guiñó un ojo a Sora- Yo también lo hago
- Ri-Riku... ¿Tu también? - La chica cada vez estaba más ruborizada.
- ¿Tu no, Kairi?
- N-No... ¡Y no tengo intenciones de probarlo! - Su rostró se giró hacia la puerta, ocultando sus sonrojadas facciones.
- No sabes lo que te pierdes Kairi... - Riku comenzó a acercarse a ella poco a poco.
- Es increíble, deberías problarlo - Sora también se acercaba a ella insinuante.
Cada uno de los jóvenes se acercaba por un lado distinto y ella era el punto de unión entre ambos caminos. Se sintió acorralada y se quedó completamente helada. Cuando ambos llegaron frente a ella, Riku besó apasionadamente a Sora sujetandole por la nuca. Sora simplemente se dejó llevar.
- Deberías haberme dicho que era a esto a lo que querías jugar - Sora comenzaba ya a desabrocharse la chaqueta, al separarse de aquel beso.
- No quería asustar a Kairi - acariciaba el rostro de la jóven con cariño mientras observaba a Sora.
- ¿Chi-Chicos que haceis? - Kairi estaba asustada y temblaba levemente.
- A ti te gusta Sora, ¿Verdad, pequeña? - La voz de Riku sonaba tranquila y melodiosa.
Kairi se ruborizó aun más, proporcionandoles un sí rotundo a ambos chicos.
- Entonces, dejame hacerte pasarlo bien, Kairi - Sora se levantó y se acercó a la cama para sentarse sobre ella.
Riku agarró a Kairi. La jóven intentó escapar pataleando, pero fue inutil, los brazos de Riku eran demasiado fuertes. La tumbó sobre la cama, dejandola acorralada. Ella estaba en el lado de la cama que se encontraba pegado a la pared y, en el otro, se encontraban los dos chicos. Estaba acorralada. Sora se colocó sobre ella y posó sus labios sobre los suyos...


- Sora, no eres demasiado experto en chicas ¿Verdad? - Riku sonaba muy seguro de sí mismo.
- La verdad es que no... pero quiero que Kairi se lo pase bien, tanto o más que tu y yo - le sonrió a la jóven, que estaba como ida.
- Eres demasiado amable, Sora - le giró el rostro a Sora para besarle acto seguido.
La mano de Riku comenzó a elevarse por el muslo de Kairi, hasta alcanzar el trasero. Kairi reaccionó ante dicho contacto.
- Riku, Sora... ¿Por qué haceis esto? - su voz sonaba atemorizada.
- Kairi, no tengas miedo, confía en mi
Riku se había desplazado en la cama. Ahora se encontraba detras de Kairi. Le apartó el pelo del cuello y comenzó a besarla, bajando una mano hasta su entrepierna.
Sora, la besó como había hecho antes, mientas agarraba una de las manos de la jóven y se la colocaba en su propia entrepierna.
Kairi lo miró, asustada.
- ¿Has visto que dura se ha puesto solo con tus besos?
Riku seguía besandola. Ahora le proporcionaba pequeños mordiscos.
Sora le bajó las braguitas suavemente, para que Riku la tocara aun mejor. Se apartó un poco y observó la escena.
Kairi se encontraba sentada, con las piernas abiertas y las rodillas alzadas. Estaba completamente roja y comenzaba a emitir leves sonidos de placer.
Riku, tras ella, la mordía en el cuello mientras le acariciaba la entrepierna con una mano y le estimulaba un pecho con la otra.
Se sacó su propio miembro y comenzó a masturbarse. Kairi lo miró y sintió como ella misma se excitaba aun más. Sora sonreía y Riku tambien lo observaba de reojo.
- Sora, asi lo que consigues es que Kairi este aun mas húmeda... - Dijo mientras le sonreía pícaramente.
- Pe- Pero Ri- Riku ¿Qu-Que... ah!... di-dice-dices? ah! - los gemidos cortaban una frase que debía sonar seria.
- Me-Mete el pri-primer de-dedo... Riku... - A Sora también le costaba formar frases.
El jóven obedeció e introdujo un primer dedo. Kairi gimió como no lo había hecho nunca antes. Le dolía... pero a la vez le había encantado.
Sora aumentó el ritmo de su propia muñeca para aumentar el placer que se estaba proporcionando, pero sin dejar de mirar a Kairi, que lo observaba mientras gemía.
- Ah... ah... ahah... Ah!
- Ah... ah... ahah... ah... ah... Ah!
Ambos jóvenes gemian casi acompasados, mientras Riku mordía el cuello de Kairi y los escuchaba.
Hacía ya rato que Kairi sentía el miembro duro y erecto de su amigo en la espalda.
Con un último gémido de placer, Sora se vino en su propia mano. Se acercó a Riku y le tendió la mano que tenía mojada. Riku comenzó a chuparla, dedo por dedo, sin dejar de masturbar a Kairi , que los observaba sin poder cesar en sus gémidos.
Sora desabrochó por completo el vestido de Kairi y se lo arrebató, mientras Riku extraía sus dedos del su interior. Le tendió los dedos húmedos a Sora, que los chupó sin dudarlo.
- Ahora comienza el verdadero juego, pequeña
Kairi estaba completamente ruborizada, con los ojos entrecerrados y los labios ligéramente abiertos.







Y la inocencia quedó atrás, con los juegos de niños y los sueños infantiles.

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[22, 06, 09 // 20:43]

Hoy debo felicitar a cierta parejita que adoro y que cumple hoy, día 22 de Junio de 2009, medio añito:
Jose y Aly

Digamos que estos dos dieron el paso de unirse gracias a un pequeño empujoncito que le proporcioné al jóven y tímido Jose.

Espero que os vaya todo bien, like always!

Os Quiero, no cambieis! ;)

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[22, 06, 09 // 02:38] "Cordura..."

Ha sido una tarde amena y tranquila. Bueno, ha tenido algunos momentos de tensión emocional. Se han derramado inútiles lágimas y la sangre se ha acelerado por culpa de un incorregible corazón. Los nervios traen malas pasadas.
He ido al pantalán.
Es un lugar tranquilo, agradable.
Supuestamente estaba casi en silencio cuando mis amigas me dejaron allí sola, un rato para mi misma, pero había dos chicos que no dejaban de fastidiarme mi momento de paz.
He podido pensar. Ha sido placentero en conclusión.

Me siento distinta. Siento como si fuera un grandioso día. Se podría decir que me siento excitada.
Bromeo y me siento optimista. Sonrío.
¿Quién alcanzará a comprenderme algun día?
Posiblemente nadie...
La soledad acompaña a la mente de un loco.
En mi corazón hay miles de personas, pero ninguna ha conseguido descifrar los deseos y caminos intransitados de mi perturbada mente.
Buscadme e intentad descifrarme. Manteneos a mi lado y buscadle un sentido a mis palabras.
Soñad conmigo y la solución a mi enigma insolubre.
Acompañadme en este camino tortuoso y oscuro hacia el saber y la razón.
Venid conmigo al infinito.


Decir, que el fanfic de "Juegos" lo he tenido que fragmentar, por lo tanto, lo iré posteando cuando me parezca adecuado. Consta de tres partes.
Gracias por vuestra atención.

Cordura... ¿En qué momento me abadonaste?

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[22, 06, 09 // 02:05] "Juegos, primera parte"

Las sábanas se arrugaban entre los finos y delicados dedos de la jóven. Respiraba entrecortadamente, era la primera vez que le ocurria algo asi. El chico que siempre le había gustado, aquel jóven de ojos azules e infinitos como el mismisimo cielo, estaba allí, sobre ella, besandola suavemente por el cuello.
Sintió una ola de calor cuando la mano del mayor de ellos rozó su muslo, elevandole suavemente el vestido.
¿Cuándo había comenzado todo aquello? ¿Cómo se había dejado llevar de este modo?


La playa estaba prácticamente desierta. El sol iluminaba con fuerza desde el cielo, pero una fría brisa impedía a los bañistas disfrutar del inmenso mar que se extendía ante las playas de las Islas Destino. Dos chicos corrian mientras una chica reía en la lejanía. La arena se hundía bajo el peso de sus cuerpos cuando ambos cayeron al mullido suelo. La chica se acercó a ellos, aun sonriendo, y se tumbó en el espacio que había entre los dos.
- Siempre haciendo carreras sin sentido... ¿Algun día aprendereis? - mientras decía esto les daba una mano a cada uno, suspirando.
- Bueno, mientras no tengamos nada mejor que hacer - el jóven de cabellos plateados se había semi incorporado, apoyando su peso en sus codos y mirando a sus amigos.
- Las Islas Destino son demasiado aburridas - el jóven de cabellos castaños comezó a reir.
- Yo tengo una idea... pero no querréis participar... - giró su cabeza mientras pronunciaba estas palabras, haciendose el interesante.
- No sabrás si queremos o no si no nos lo dices...
- Podríamos ir a mi casa y hacer cosas más interesantes que corretear por la playa como críos pequeños. - volvia a mirarles, ahora mucho más serio. - ¿Cosas más interesantes? - había decidido imitar a su amigo, y se semi incorporó del mismo modo que este.
- Vayamos a mi casa y os lo mostraré - se levantó por completo y les tendió ambas manos a sus amigos.


Sentía como la lengua de uno de sus mejores amigos danzaba con la suya en un baile excitante y placentero. Sentía también las caricias pasionales y lujuriosas que su otro amigo le proporcionaba a su muslo.
Ardía. Ardía por completo. Sentía que como continuaran asi acabaría derritiendose.
El jóven que la besaba pasionalmente comenzó a desabrocharle la cremayera del vestido. Se notaba que no tenía experiencia por que temblaba y no estaba seguro de si debía seguir.
Ella decidió colcar una de sus manos sobre los cabellos de éste para darle confianza y la otra sobre la mano que le acariciaba el muslo, ya que eso la excitaba aun más.
No lograba pensar en nada y mucho menos en como habían llegado a esa situación.




[Continuará]

¿Donde quedó la inocencia?

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[21, 06, 09 // 14:11] "Elva"

La luz recorría el espacio en décimas de segundo. Ante mí, pasaban miles de colores, unidos y uniformes. Impactaban contra la diana de pruebas y desaparecían, como si no hubieran existido.

- Siempre me observas en la distancia, pequeña mía.

Desde mi más tierna infancia acudía allí, al campo de prácticas, a observarle. Solía quedarme muda y helada en cuanto comenzaba a conjurar.
Nunca pronunciaba una sola palabra en su presencia. Me sentía mediocre... disminuía al percibir su fragancia. Su voz acariciaba mis sentidos, como si de finísima seda se tratase. El tacto de sus manos entre mis cabellos me alentaba a seguir luchando por mis poderes.
¿Por qué había nacido yo, la primogénita de mi familia, sin poderes?
Solían decir que yo era una hija bastarda, nacida de la unión de un humano y una bruja. Decían que me habían adoptado por caridad y me habían dado el nombre de Elva a causa del lugar donde me habían encontrado. Siempre había observado con envidia a los otros niños, que hechizaban sin control y por puro placer.
Observando a aquel jóven mago, de costumbres arraigadas y tez amigable, siempre me quedaba embobada, soñando que algun día el se fijaría en mi por mis increíbles poderes. Tenía claro que tan sólo era un sueño, pero era mi sueño.

- ¿Te apetece un helado, pequeña?

Su sonrisa era brillante. Juraría que el Sol lo envidiaba desde el cielo cada vez que la mostraba.
Tenía quince años por aquel entonces y, aun así, me seguía tratando como si fuera pequeña. Él tenía dieciocho. Siempre me regalaba un helado y su compañía cuando terminaba sus prácticas. Si no era un helado, era un chocolate caliente y si no, un zumo de manzana.

Nos dirigimos hacia la ciudad. Llegados allí, fuimos directos a nuestra cafetería predilecta. Era un lugar pequeño, apartado y escondido entre dos grandes edificios. Era una cafetería familiar, acogedora. En las paredes descansaban colgados retratos de niños que habían pasado por allí. Cerca de un gran ventanal se encontraba mi retrato.
Nos sentamos en una mesa apartada, como siempre. Yo pedí un helado de fresa y él uno de chocolate.




Felicidades Nerea, ¡dieciseis añitos ya!

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[21, 06, 09 // 04:15] "Riku x Sora"

Por supuesto, teniendo en cuenta quien es la propietaria de este blog, no podía faltar una pequeña dosis de Yaoi.
Para comenzar, he decidido elejir a mis dulces y maravillosos Riku y Sora. Soy una partidaria de Kairi, pero esta pareja es adorable y no puedo evitar emocionarme con ellos.

Dejo los enlaces de las imágenes de un doujinshi de esta parejita:

Caminando juntos

Portada
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Vigésima página
Vigésimo-primera página
Vigésimo-segunda página
Vigésimo-tercera página
Vigésimo-cuarta página
Vigésimo-quinta página
Vigésimo-sexta página
Vigésimo-séptima página
Vigésimo-octava página
Vigésimo-novena página
Trigésima página
Trigésima-primera página

Tras esto, me veo en la obligación de avisar de que este doujinshi contiene imágenes no demasiado aptas... dicho esto, es cosa vuestra abrirlo o no.

El siguiente video muestra otro doujinshi, menos fuerte a mi parecer! ^^

Sora x Riku Doujinshi - Crown

Y por último, y no por ello menos importante, un fanfic de cosecha propia. Fue mi primer fanfic, asi que no esta demasiado bien... pero me hacia ilusión incluirlo en esta pequeña entrada dedicada!

Ni tan dulce, ni tan inocente

Este fanfic, también contiene una pequeña cantidad de contenido no recomendado [vale sí, soy una pervertida *¬*]

Dentro de un tiempo, terminaré mi segundo fanfic de esta parejita. Cuando este listo, les dedicaré una segunda entrada! ^^

Kairi-Sama lo sabe todo...

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[21, 06, 08 // 03:05] "El comienzo"

Todo comenzó el día que decidiste pronunciar mi nombre entre las sombras. Madre, me condené al escuchar el sonido de su voz, lo sé. Era una noche, una noche llena de magia. Cubierta por el embrujo que antes reinaba sobre estas desdichadas tierras. Las estrellas iluminaban las aguas de la láguna. Yo acariciaba las ondas del agua con la punta de mis dedos, mientras tarareaba la melodía que tú habías compuesto para mí. Una voz susurró mi nombre. El colgante que yacía sobre mi pecho se iluminó y mis ojos se cegaron para el resto de la eternidad. Un suspiro lleno de sentido... una palabra. Innumerables veces me he arrepentido de haber escuchado su melodiosa voz. Me atrapó.


Hoy comienzo este blog. Espero poder cargarlo de sentido, emociones, sentimientos... palabras en conclusión.
Quizás, que es la opción más problable, nadie alcance a leer estas líneas que ahora me siento obligada a escribir... pero es una necesidad y he de cumplirla.


Gracias por los recuerdos...

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